La educación bilingüe y los primeros 3 años de edad

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La mayoría de los autores coinciden en que es mejor comenzar a educar a los niños bilingües a temprana edad. Lo cierto es que el empezar pronto tiene ciertas ventajas, dado que en esta etapa los bebés/niños son como esponjas absorbiendo conocimientos; al mismo tiempo los padres tienen una gran influencia en el desarrollo de sus hijos en estos primeros años.

El desarrollo del lenguaje en los niños es un proceso maravilloso que comienza incluso antes de nacer, en la barriga de la madre. Entre los 0 y 3 años, si resumimos el plan de aprendizaje nos encontramos con el siguiente pensum:

  • Aprender la  melodía del idioma
  • Producir sonidos sueltos, cada idioma tiene sus características especiales
  • Hablar y entender palabras 
  • Comprender la estructura de la comunicación. Por ejemplo se mira a los ojos cuando se habla, uno habla y el otro escucha
  • Aprender la comunicación no verbal. Gran parte de la comunicación en los humanos es no verbal, tono de la voz, gestos, aptitud corporal etc…

En niños bilingües el reto es lograr este pensum en los diferentes idiomas. Quienes educan bilingüe tienen que poner por ello énfasis especial en que el niño reciba suficientes impulsos en los diferentes idiomas, de acuerdo con la norma acordada para educar bilingüe. 

En esta primera etapa los padres y personas encargadas del cuidado regular de los niños pueden aportar muchísimo al desarrollo del lenguaje del bebé y niño pequeño, ya que los niños están muy abiertos al aprendizaje  y no tienen mucha posibilidad de negarse o expresar su opinión al respecto.

La comunicación personal es esencial, es importante hablar con el bebé/niño, darle atención, escucharlo, estimularlo. Activamente pueden los padres y las personas encargadas del cuidado de los bebés/niños enseñar palabras sueltas, oraciones sencillas y preguntas sencillas. Esto se logra a través de la comunicación constante con el bebé y niño pequeño, pero también a través del escuchar canciones, rimas o historias sencillas. Es el mejor momento para comenzar rituales de leer cuentos, contar historias, cantar canciones o rimas. Los libros de tela y en formato pequeño funcionan muy bien en esta etapa, así como también los juegos electrónicos sencillos de palabras y canciones y los juegos de puzles de formas y colores.

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